Informe de terroristas

La palabra de moda de los años 80 fue “terrorismo”, época en que se intensificó la campaña internacional para la liberación de Nelson Mandela, preso en Sudáfrica por luchar contra el apartheid. En esos años también recrudeció la de Ronald Reagan y Margaret Thatcher para declarar al Congreso Nacional Africano (CNA) como organización “terrorista”. Las palabras de este par eran órdenes y el CNA fue incluido en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras de EEUU, que ha tenido diferentes modificaciones en el tiempo y de acuerdo con el Departamento de Estado “es asumida conforme a la Ley de Inmigración y Nacionalidad, según está modificada en la Ley Antiterrorista y Puesta en Vigor de la Pena de Muerte de 1996”.

Mientras EEUU incluía al CNA como terrorista, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1987, sancionó contra el terrorismo internacional y estableció “que nada en la presente resolución podría de ninguna manera perjudicar el derecho a la autodeterminación, la libertad y la independencia —garantizado por la Carta de Naciones Unidas—, de pueblos privados de ese derecho por la fuerza […], en particular pueblos bajo regímenes coloniales y racistas, ocupación extranjera u otras formas de dominación colonial, ni […] el derecho de esos pueblos a luchar por ese fin y buscar y recibir apoyo”.

Ciento cincuenta y tres países votaron a favor de la resolución; una abstención (Honduras) y dos en contra: EEUU e Israel. Estos últimos no lo aprobaron por ser aliados del gobierno segregacionista de Sudáfrica. En 1990 Mandela queda libre y cuatro años después, el líder del CNA llega a la presidencia por voto popular. Por primera vez tuvieron derecho al sufragio universal las negras y negros. Sin embargo, para EEUU nada cambió, así que Sudáfrica tuvo a un presidente “terrorista”.

A finales de junio de 2008, el senado de EEUU propuso enmendar ese “desatino”, a propósito de que Mandela cumplía 90 años, y que sería buen un regalo de cumpleaños según desplegó “fervorosamente” la prensa hegemónica.

Cada dos años el Departamento de Estado de EEUU acusa de terrorismo a países que reclaman autodeterminación y soberanía, pero se hacen la vista gorda ante las multiples organizaciones terroristas creadas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), experta en golpes de Estado e invasiones.

 

Raúl Cazal

Escritor y periodista. Autor de los libros de cuentos El bolero se baila pegadito (1988), Todo tiene su final (1992) y de poesía Algunas cuestiones sin importancia (1994). Es coautor con Freddy Fernández del ensayo A quién le importa la opinión de un ciego (2006). Gracias, medios de comunicación (2018) fue merecedor del Premio Nacional de Periodismo en 2019. Actualmente dirige y conduce Las formas del libro.

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