Apuntes para una campaña presidencial en Venezuela (I)

1. El discurso «neutral», que releva la ideología política a un tercer plano y busca coincidencias en los aspectos pragmáticos de la cotidianeidad, es usado por la derecha porque representa los intereses del capital privado. Esta estrategia ha sido, desde siempre, un lavado de cara a los desmanes del capitalismo. La fórmula apunta a los sectores más alejados de la política y casi siempre reza lo mismo: «le hablo no a la izquierda ni a la derecha, sino a la decencia». Como podemos observar, el candidato Falcón ha empuñado la espada desde temprano. Sería arriesgado para la Revolución Bolivariana hablar o manejar la confrontación política en estos términos, puesto que privan al análisis necesario de la realidad de la influencia política en el acontecer diario. Aislando los fenómenos de desabastecimiento inducido, por ejemplo se proyectan en primer plano sus efectos sobre la población. La pregunta de rigor es ¿por qué? Y la respuesta de la derecha siempre va a ser la incapacidad del gobierno de gerenciar el país. A efectos prácticos, esta estrategia es devastadora en la aceptación del espectador de esta «verdad simple», libre de toda intención geopolítica del imperialismo. En todo caso responder a estas prerrogativas con historia, con hechos y con sorpresas judiciales. Pero una historia presentada de manera fresca, creativa e irreverente.

2. Con la candidatura de Falcón quedan a la retaguardia una serie de líderes marchitos, gastados por los embates de la Guerra de IV Generación. Las encuestas son el termómetro para que entren en acción movilizando a sus plataformas de partido, y la negociación entre los movimientos políticos de la derecha será clave para sumar músculo y contratacar la paralización ordenada por el imperialismo estadounidense. Contrario a lo que muchos piensan, creo que el sector de la derecha venezolana puede ver con agrado a un Henri Falcón altanero, arrogante y provocador. Hasta este día, los partidos tradicionales guardan un tragicómico silencio frente a este hecho, pero no dudo en afirmar que ya empezaron las negociaciones.

3. Es claro que el letit motiv de Falcón en campaña será el hambre. El peligro de una reacción castigo del electorado, la deserción del chavismo en sus filas, el desánimo del votante, la paralización de la militancia revolucionaria, la miseria provocada por la guerra económica y la elevación de los peores valores de la sociedad son los puntos claves de esta agenda. Sin embargo, en los mejores laboratorios electorales de la burguesía venezolana y continental siguen cometiendo el mismo error en el análisis de la idiosincracia del pueblo venezolano. La terquedad, el fervor, la pasión, la irreverencia, la valentía y el humor negro del venezolano son elementos desconocidos e inexplicables para ellos. Por tanto, las estrategias que se destinen para estos fines están destinadas al fracaso. 

4. Esperemos a un Henri Falcón prócer. Es decir, esperemos una campaña que paradójicamente le otorgue connotaciones de héroe por «creer en el sistema democrático» y lanzarse a la presidencia (contra todo y todos, imperialismo incluido) mientras ofrece su más profunda y sincera apertura de piernas al imperialismo sediento de petróleo. Esta contradicción está allí latente, solo hay que esperar que salga a flote.

5. Contra todo eso se alza la figura del estadista, serio, experimentado. Con influencia internacional, capaz de incidir en el desarrollo de la política mundial. En pie de lucha contra quizás la peor agresión imperialista conocida en la historia de Venezuela y a punto de una invasión armada. Con el ojo puesto en la economía y las nuevas formas de intercambio monetario, apegado a la doctrina chavista y siempre temerario, firme y patriota. El Presidente Maduro enfrenta otra batalla y esta vez tiene la posibilidad de aniquilar al enemigo. Con él estaremos.

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Orlando Romero Harrington

Artista audiovisual, bloguero, asesor político en comunicación, profesor universitario y analista político. Ha trabajado como docente universitario, fue responsable de la comunicación en la ELAM Venezuela y Director de Imagen en Venezolana de Televisión (VTV). Pertenece a la Junta Directiva de AvilaTv, es presidente de la productora audiovisual Kapow y actualmente se desempeña como asesor de campañas electorales.

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